¿Regalar Tu Esfuerzo?
Por: Lic. Fernando Daniel Peiró
En innumerables ocasiones, oradores, mentores y consultores se enfrentan a una situación familiar: son invitados a participar en eventos, conferencias o seminarios sin recibir compensación económica.
Los organizadores argumentan que esta es una excelente oportunidad para "darse a conocer" o "conectar con posibles clientes". Sin embargo, mientras los organizadores cobran entradas y obtienen beneficios, quienes comparten su conocimiento y experiencia a menudo lo hacen sin recibir ni un centavo. Esta dinámica, que a primera vista puede parecer inocua o incluso beneficiosa, esconde una trampa sutil y profunda: la del "Pan de la Vergüenza", un concepto filosófico extraído de la Kabbalah.
La Kabbalah, una antigua tradición filosófica y espiritual hebrea, ofrece una perspectiva profunda sobre la relación entre el esfuerzo, la recompensa y la dignidad personal.
Más allá de su dimensión espiritual, la Kabbalah puede ser vista como un sistema filosófico que explora las leyes universales que rigen la existencia y la interacción humana. En su núcleo, la Kabbalah nos enseña que todo lo que recibimos en la vida debe ser fruto de nuestro esfuerzo consciente y deliberado. Este principio no solo tiene implicaciones espirituales; sino que también toca aspectos fundamentales del desarrollo personal y profesional.
Uno de los conceptos centrales en la Kabbalah es el "Pan de la Vergüenza", que se refiere a la sensación de incomodidad o desbalance que surge cuando recibimos algo sin haber trabajado para merecerlo.
En un contexto filosófico, este concepto nos invita a reflexionar sobre la importancia del esfuerzo personal y la equidad en las relaciones humanas. Al recibir sin dar, o al dar sin recibir un reconocimiento justo, nos colocamos en una posición de desequilibrio que, a largo plazo, puede afectar nuestra autoestima, nuestra percepción de valor y nuestra conexión con el propósito.
Pero… ¿Cuál es el “Riesgo” de regalar el Esfuerzo?
En el mundo profesional, "regalar el esfuerzo" se convierte en un tema relevante y delicado. Imagina a un mentor que ha invertido años en desarrollar su conocimiento, su enfoque, y su estilo único de guiar a otros hacia el éxito. Cuando este mentor decide ofrecer su tiempo y su sabiduría de manera gratuita, bajo la promesa de futuras oportunidades o reconocimiento, está regalando un esfuerzo que, desde la perspectiva kabbalística, puede no ser valorado de manera justa. El mentor recibe la "Luz" de su conocimiento sin una compensación equitativa, lo que puede llevar a una sensación de insatisfacción y desbalance, similar al concepto kabbalístico de "Pan de la Vergüenza".
Este fenómeno no solo afecta a oradores o mentores, sino también a emprendedores, terapeutas, consultores y otros profesionales que ofrecen servicios.
Cuando el esfuerzo se entrega sin una justa compensación, ya sea económica o de otro tipo, se crea una dinámica en la que el trabajo no es valorado adecuadamente. Esto no solo afecta la percepción externa del valor del servicio; sino que también puede erosionar la auto-valía (autoestima) y la percepción interna de valía.
¿Cómo “evitar” el "Pan de la Vergüenza" en el Ámbito Profesional?
Para evitar caer en la trampa del "Pan de la Vergüenza" y asegurar que nuestro esfuerzo sea valorado y respetado, tanto por nosotros mismos como por los demás, es fundamental seguir ciertas claves prácticas. Estas no solo están enraizadas en la filosofía kabbalística, sino que también se aplican directamente en el ámbito profesional y empresarial.
Establecer Claramente el Valor de Tu Esfuerzo Laboral y Profesional:
Es crucial que los profesionales tengan una comprensión clara del valor de su actividad laboral. Este valor no solo se mide en términos económicos; también se aprecia en el impacto y la transformación que pueden generar en sus clientes, prospectos o futuros clientes o audiencias. Tener esta claridad permite establecer “límites saludables” y evitar situaciones en las que se regala el esfuerzo.
Encontrar el Equilibrio entre Dar y Recibir:
En la Kabbalah, el equilibrio entre dar y recibir es fundamental. En el ámbito profesional, esto significa asegurarse de que cualquier esfuerzo realizado sea correspondido con una recompensa justa. Esto no siempre tiene que ser monetario; el reconocimiento, la reciprocidad o las oportunidades de crecimiento también son formas válidas de compensación.
Rechazar todas las Propuestas Desbalanceadas:
Aprender a decir "no" a propuestas que no valoran adecuadamente tu esfuerzo es esencial. Aunque puede ser tentador aceptar cualquier oportunidad que se presente, es importante evaluar si la oferta respeta tu valor y contribuye a tu crecimiento personal y profesional. Rechazar estas propuestas no solo protege tu tiempo y energía, sino que también refuerza tu sentido de dignidad y valor personal.
Crear Espacios para el Crecimiento Personal y Profesional:
Invertir en tu propio crecimiento, ya sea a través de la educación continua, el networking o el desarrollo de nuevas habilidades, te coloca en una posición en la que puedes demandar un mayor valor por tu esfuerzo laboral. Esto, a su vez, reduce la probabilidad de caer en la trampa de regalar tu trabajo.
Fomentar la Gratitud y la Generosidad:
Aunque es importante evitar regalar el esfuerzo, también es fundamental cultivar una actitud de gratitud y generosidad. La Kabbalah enseña que dar, cuando se hace desde un lugar de abundancia y no de escasez, es una forma poderosa de atraer más Luz a nuestras vidas. Sin embargo, este dar debe ser consciente y equilibrado, asegurando que también recibimos de manera justa.
Reflexionemos acerca de lo siguiente:
En el complejo mundo profesional, donde las líneas entre lo que es justo y lo que no lo es pueden ser difusas, la filosofía kabbalística nos ofrece una guía poderosa. El "Pan de la Vergüenza" nos recuerda que el esfuerzo no debe ser regalado, sino valorado y correspondido de manera justa. Al adoptar estas claves y reflexiones, los profesionales pueden no solo evitar las trampas del desequilibrio y construir una vida en la que su esfuerzo sea siempre reconocido y valorado.
Te saludo con mi acostumbrado “Carpe diem”, aprovecha el día con plenitud.
Qué bueno seria divulgar estos conocimientos de Liderazgo Iniciático en las organizaciones para hacerlas más "conscientes" de las reglas universales invisibles que nos rigen a todos.
Lic. Fernando Daniel Peiró
Autor de Libros de Liderazgo y Consciencia.
Mentor y Coach